Receta de palitos de calabacín al horno

¡Hola, mamás y papás cocineros! Si estáis buscando una receta deliciosa y saludable para vuestros peques, ¡estáis en el lugar correcto! Hoy os voy a enseñar cómo preparar palitos de calabacín al horno. Sí, lo habéis leído bien, una receta que encantará a vuestros pequeños y que además es súper nutritiva. ¿Listos para empezar? ¡Vamos allá!

Ingredientes

Antes de comenzar, es importante que tengáis a mano todos los ingredientes necesarios. Aquí no hay lugar para la improvisación, ya que cada uno de ellos aporta un valor nutritivo esencial para el desarrollo de vuestros peques.

Preparación

La preparación de esta receta es sencilla, pero requiere de vuestra atención y cariño para lograr el mejor resultado.

1. Lava los calabacines. Es importante asegurarte de que estén bien limpios antes de cocinarlos. Recuerda que los peques son muy sensibles a las bacterias y otros gérmenes que pueden venir en las verduras.
2. Corta los calabacines en palitos. No hace falta que sean perfectos, pero intenta que sean más o menos del mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme.
3. Prepara la mezcla para rebozar. Bate el huevo en un bol y en otro mezcla el pan rallado, queso parmesano, orégano, sal y pimienta.
4. Sumerge los palitos de calabacín en el huevo y luego pásalos por la mezcla de pan y queso. Asegúrate de que estén bien cubiertos.
5. Coloca los palitos en una bandeja para horno previamente engrasada con aceite de oliva. Asegúrate de que no estén demasiado juntos para que se cocinen de manera uniforme.
6. Hornea a 180°C durante unos 20-25 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.

Beneficios para tu bebé

Los palitos de calabacín al horno no solo son sabrosos, sino también muy nutritivos. ¿Sabías que el calabacín es una verdura súper completa? Sí, aporta muchas vitaminas, minerales y fibra, ideal para favorecer el tránsito intestinal de nuestros peques.

Además, al estar horneados y no fritos, los palitos conservan mucho mejor sus propiedades y son mucho más saludables. Son una opción excelente para incluir más vegetales en la dieta de nuestros niños de una manera divertida y sabrosa.

Por último, el queso parmesano y el huevo son fuentes de proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento y desarrollo de nuestros pequeños. Así que ya lo ves, una receta sabrosa y muy completa.

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