Receta de Muffins de Arándanos y Avena

Introducir a tu bebé en el mundo de la alimentación sólida puede ser un desafío, pero también una aventura emocionante. ¿Qué tal si le ofrecemos a nuestro pequeño algo delicioso, saludable y divertido? Los muffins de arándanos y avena son una opción maravillosa que combina texturas amigables para los pequeños y una explosión de sabor que les encantará. Además, ¡están cargados de nutrientes que beneficiarán a tu bebé!

Ingredientes

Antes de comenzar a hornear, asegúrate de tener todos los ingredientes listos. Aquí está lo que necesitarás:

Preparación

Ahora que tenemos todos los ingredientes, es hora de preparar estos deliciosos muffins.

1. Precalienta tu horno a 350°F (175°C) y prepara una bandeja de muffins con moldes de papel. Esta receta está diseñada para ser fácil y rápida, perfecta para padres ocupados.
2. Mezcla los ingredientes secos (avena, harina integral, polvo de hornear, bicarbonato de sodio, y sal) en un tazón grande.
3. En otro tazón, mezcla los ingredientes húmedos (puré de manzana, miel, huevos y extracto de vainilla).
4. Une ambas mezclas y revuelve hasta que estén bien combinadas. Luego, incorpora los arándanos.
5. Distribuye la masa en los moldes de papel y hornea durante 20-25 minutos. Deja que los muffins se enfríen antes de darlos a tu pequeño.

Beneficios para tu bebé

Los muffins de arándanos y avena no solo son deliciosos, sino que también están llenos de beneficios nutricionales para tu bebé. La avena es un cereal rico en proteínas y fibra que ayudará a mantener a tu bebé satisfecho y regulará su sistema digestivo. También es una gran fuente de energía para los pequeños que están siempre en movimiento.

Por otro lado, los arándanos son una excelente fuente de antioxidantes y vitamina C que contribuirán al sistema inmunológico de tu bebé. Además, su dulzura natural reducirá la necesidad de añadir azúcares adicionales.

Finalmente, el puré de manzana y la miel aportan dulzura y humedad a los muffins, evitando la necesidad de mantequilla o aceite. También aportan fibra y vitaminas. Pero recuerda, si tu pequeño tiene menos de un año, es mejor sustituir la miel por agave u otro edulcorante seguro para los bebés.

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